Elendil, cuyo nombre significa
«El que ama las estrellas», fue un dúnedain heredero del señorío de Andúnië, en
Númenor. Su padre Amandil lo instó a escapar de la isla, tras el desafío a los
Valar por parte del rey Ar-Phârazon, que se hallaba influido por Sauron.
Huyeron en nueve barcos: cuatro
para él y cinco para sus dos hijos Anarion e Isildur, portando las siete
Piedras Videntes o Palantiri y un retoño del Arbol Blanco salvado por
Isildur. Tras eludir grandes tormentas lograron llegar a la costa oeste de la
Tierra Media, donde fundaron los reinos de Arnor y Gondor.
Elendil trabó una gran amistad
con el rey de los Elfos Noldor de la Tierra Media, Gil-Galad y distribuyó las
Palantiri a lo largo de su reino. Pero Sauron también había escapado de la
destrucción de Númenor y había vuelto a la Tierra Media, siendo una gran
amenaza para los dúnedain. Una última alianza entre Hombre y Elfos, liderados
por Elendil y Gil-Galad, partieron a la guerra contra Mordor.
Al final de la guerra, Elendil
murió a manos de Sauron y su espada Nársil se le quebró bajo el cuerpo. Sin
embargo, usando los restos de la espada, Isildur le cortó la mano a Sauron y lo
derrotó, al privarle del poder del Anillo Único.
Elendil fue enterrado en un túmulo
en lo alto del monte Halifirien, donde una Piedra Negra sobre el túmulo tenía
grabadas en letras Tengwar sus iniciales. El lugar en donde se ubicaba la Tumba
permaneció en secreto durante casi toda la Tercera Edad, aunque frente a la ella,
Eorl el Joven pronunció el juramento que daría origen a la amistad entre
Gondor y Rohan.
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