jueves, 25 de abril de 2013

M 312 - Tambor orco de Mordor

Los orcos eran criaturas atrapadas en un odio constante hacia todo lo vivo, incluyéndose a ellos mismos. De esta forma, la violencia en ellos era natural y en todo momento, produciendo ocasionales enfrentamientos incluso entre sus propias filas.


Por ello, y a pesar de ser soldados eficaces y sanguinarios, sin temor en la batalla, debían ser controlados y dirigidos por aquellos individuos con mayor grado de astucia e inteligencia.


Aunque tampoco poseían una tecnología muy avanzada, si practicaban rudimentariamente la mayoría de las artes y podían desenvolverse bien en tareas de habilidad hasta cierto punto.


Debido a estas características, era frecuente encontrar tambores orcos en las partidas de guerra grandes y los ejércitos, siendo encargados de transmitir a las tropas todas las órdenes de los jefes orcos. 

miércoles, 24 de abril de 2013

M 250 - Espectro de las Ciénagas

Al norte del reino oscuro de Mordor, entre la cordillera de Emyn Muil y la llanura de Dagorlad, se extiende una vasta región pantanosa conocida como las Ciénagas de los Muertos Sus aguas son pútridas y enfermizas, repletas de lodazales traicioneros y vegetación malsana., con pocos lugares en donde las tierras eran firmes y secas. A consecuencia de los gases de putrefacción, en numerosos sitios se producían súbitas llamaradas de fuego o permanentes hogueras que ardían con luz tenue.


En avance permanente, las Ciénagas de los Muertos se extendieron en la Tercera Edad e inundaron parte de la llanura de la batalla de Dagorlad. Esta llanura contenía muchas de las tumbas de hombres y elfos que murieron en esta batalla de la Guerra de la Última Alianza entre elfos y hombres, de forma que muchos espectros afloraron en la superficie del pantano en forma de caras pálidas, iluminadas por vapores y llamas fantasmales que surgían de las aguas.


Frodo, Sam y Gollum atravesaron esta región, en su misión durante la Guerra del anillo buscando el camino de entrada a Mordor, ya que los sirvientes de Sauron no se atrevían a transitar el lugar.


Allí encontraron los horribles fantasmas del «pantano de las caras muertas», en donde los espíritus animados de guerreros muertos hacía mucho tiempo atrás y ataviados con sus ropajes de guerra, miraban con ojos desorbitados y muertos desde el fondo de las charcas, «como a través de un vidrio cubierto de inmundicia».


Sí, sí –dijo Gollum–. Todos muertos, todos putrefactos. Elfos y hombres y orcos. La Ciénaga de los Muertos. Hubo una gran batalla en tiempos lejanos, sí... Pero las ciénagas crecieron desde entonces, engulleron las tumbas; reptando, reptando siempre”.

M 227 - Bilbo

Bilbo Bolsón era hijo de Bungo Bolsón y Belladonna Tuk, y era un hobbit que vivia en La Comerca durante la Tercera Edad. De posición acomodada, siempre se le consideró como un hobbit de sentido común y una vida tranquila. Todo esto cambió en el año 2941, cuando recibió la visita del mago Gandalf y la compañía de Thorin Escudo de Roble, trece enanos con una arriesgada misión: alcanzar la Montaña Solitaria, derrotar al gran dragón Smaug y recuperar el Reino Enano Bajo la Montaña.
  

La necesidad de un experto saqueador llevó a la inclusión de Bilbo en tan variopinta compañía, a pesar de las reticencias iniciales del mismo. A lo largo de esta gran aventura, Bilbo se las tuvo que ver con trolls, arañas gigantes, orcos o el mismo dragón Smaug y conoció o trabó amistad con elfos y hombres de renombre: Elrond de Rivendel, Thranduil del Bosque Negro, Beorn o Bardo de Esgaroth. Por último, participó en la gran Batalla de Los Cinco Ejércitos, la cual supuso el final de su primera gran aventura.
              

También conoció a la criatura llamada Gollum, en el interior de las cavernas de las Montañas Nubladas, y del cual escapó tras un arriesgado juego de adivinanzas. Aquí es donde Bilbo halló el Anillo Único de Sauron, perdido por Gollum, y que le acompañó durante muchos años sin que sospechara de su verdadera naturaleza o poder.
    

Tras el fin de la Guerra del Anillo y la destrucción de Sauron, a Bilbo se le permitió cruzar el Mar rumbo a las Tierras Imperecederas junto con los otros portadores de los Anillos Élficos y del Anillo Único: Frodo, Gandalf, Galadriel y Elrond. El 29 de Septiembre de 3021 de la Tercera Edad, cuando Bilbo contaba con 131 años y 8 días, ya muy envejecido, se embarcó en un hermoso navío élfico en los Puertos Grises, y nunca más se supo nada de él.

martes, 23 de abril de 2013

M 148-151 - Fuerzas de Gorgoroth

Las principales fuerzas de Sauron eran sus ejércitos de orcos. Eran criaturas con una  forma achaparrada y encorvada, con piernas zambas y rechonchas y con brazos largos y fuertes.
                 

Su piel era tan oscura como la madera carbonizada por el fuego. Su boca estaba llena de colmillos irregulares de color amarillento, su lengua era roja y tenían un rostro chato y ancho. Sus ojos eran rajas carmesíes, similares a brasas encendidas.
           

Estos orcos eran grandes guerreros, porque temían más a su Amo que a cualquier otro enemigo. Portaban cimitarras, puñales envenenados, flechas y espadas de hoja ancha. 
              

Los medio trolls eran el resultado de cruzar a trolls Olog-hai con humanos Variag. Eran  parecidos a los trolls negros, pero más pequeños, más rápidos y ágiles y con un aspecto vagamente humano. Medían más de dos metros, con una piel negra, lenguas afiladas y rojas y brillantes ojos rojos. Además eran tan inteligentes como los humanos. Esto hizo que fueran utilizados frecuentemente como guardaespaldas de élite o comandantes de guerra.
                  

Los Uruk hai fueron una creación de Sauron para mejorar sus ejércitos de orcos. Mediante terribles conjuros, creó una nueva raza de grandes orcos, de la estatura de un hombre y con piernas rectas y fuertes, pero con aspecto de orco: piel negra, sangre negra, ojos malignos y colmillos y garras. Su principal fuerza consistía en que no temían a la luz del sol.
                        
                    
Entre estas hordas, destacaban los trolls Olog-hai: estos trolls fueron especialmente criados por Sauron y eran de de gran astucia y agilidad y podían resistir la luz del sol. Como los otros trolls, estaban armados con colmillos y garras, pero además llevaban también enormes escudos negros y esgrimían poderosas mazas y martillos.
                         

M 230 - Elrond

Elrond (cuyo significado es “Bóveda de Estrellas”), también llamado el Medio Elfo, era hijo de Eärendil el marinero y de Elwing, y bisnieto de Beren y Lúthien. Su hermano mellizo era Elros Tar-Minyatur, el primero de los Altos Reyes de Númenor.


A ambos hermanos se les permitió escoger a qué linaje pertenecer y mientras que Elros decidió compartir el destino de los hombres, Elrond prefirió ser contado entre los Primeros Nacidos. Se quedó en la Tierra Media como heraldo de Ereinion Gil Galad, el último de los altos reyes de los Noldor.
                                                  
                                                
Elrond era el más sabio entre los Eldar de la Tierra Media, a excepción quizás de Galadriel, siendo un gran maestro de la ciencia a la vez que un poderoso guerrero. Elrond es el portador del más poderoso de los Tres Anillos Élficos, Vilya, el Anillo del Aire. Le fue confiado por el Rey Elfo Gil-Galad antes de partir a la Guerra de la Última Alianza entre elfos y hombres, donde murió.
         
En la Segunda Edad, mientras que casi todo el reino de los Herreros elfos de Eriador era destruido por las fuerzas de Sauron, Elrond reunió a los supervivientes y construyó el refugio de Rivendel o Imladris en un aislado y escarpado valle a los pies de las Montañas Nubladas, entre los ríos Fontegrís y Sonorona.


Elrond permaneció en Rivendel  hasta la destrucción del Anillo Único. En el 3021 de la Tercera Edad, junto a los portadores de los Tres Anillos Élficos y los portadores del Anillo Único, abandonó la Tierra Media para vivir en el reino de Valinor.

martes, 16 de abril de 2013

M 255-257 - Los Tumularios

Los Tumularios eran demonios, espíritus terribles y torturados, cuyos cuerpos habían sido destruidos y que buscaban otros cuerpos en los que habitar. Huyeron desde el reino brujo de Angmar, en una desesperada búsqueda de un lugar donde esconderse de la terrible luz del sol.


Se establecieron al oeste del río Brandivino, en las Quebradas de los Túmulos, el terreno funerario más antiguo de los hombres en la Tierra Media. Allí, las colinas se encontraban  coronadas por monolitos y grandes anillos de piedras de color de hueso, los túmulos funerarios construidos en la Primera Edad del Sol para los reyes de los hombres. Así, el que fuera durante muchas edades un lugar sagrado y reverenciado, se convirtió en un lugar maldito y temido.


Los Tumularios estaban hechos de una sustancia de las tinieblas que aplastaba la voluntad. Podían cambiar de forma y podían animar a cualquier forma de vida. Los  Tumularios se aparecían frecuentemente con el aspecto de un oscuro fantasma, de ojos luminosos y fríos, con una voz horrible, pero hipnótica.

Una vez bajo el efecto del sortilegio de los muertos vivientes, la víctima no tenía voluntad propia y el Tumulario la llevaba a su tumba de tesoros en las Quebradas, donde la depositaba en un altar de piedra y la ataba con cadenas de oro. La envolvía en las raídas ropas y en las preciosas joyas de los muertos de antaño, y acababa con su vida utilizando una espada de sacrificios.


Estos espíritus eran poderosos en la oscuridad y sólo podían ser destruidos cuando se los exponía a la luz. Cuando se abría una cámara de piedra, la luz se derramaba sobre los Tumularios y éstos se desvanecían como la niebla ante el sol y desaparecían para siempre.

M 164 - Dáin II Pie de Hierro y Azog

Dáin II fue el Rey Enano que defendió Erebor, el Reino Bajo Montaña, durante la Guerra del Anillo. Era hijo de Náin y nació en las Colinas de Hierro en 2767 de la Tercera Edad.

En el año 2799, en la Batalla de Azanulbizar, vengó la muerte de su padre matando a Azog, el jefe Orco de Moria. Este fue el final de la guerra desatada entre Orcos y Enanos entre los años 2793 y 2799.


Esta guerra fue provocada por la muerte del Rey Thrór, a manos de Azog. 

El Rey Enano Thrór, en su vejez, decidió abandonar las estancias de las Colinas de Hierro para volver al reino de Khazad-dûm, abandonado desde hacía siglos. Se adentró en las minas en compañía únicamente de un sirviente y allí Azog lo mató, decapitándolo y grabándo su nombre a fuego en la cabeza del enano. A continuación, dió un saquito de monedas al sirviente como pago para que contara de su gesta al resto de su pueblo.
                   

Los enanos decidieron vengar la afrenta y reunieron un enorme ejército, procedente de todos los reinos existentes en el Norte, que expulsó a los orcos de todas las tierras situadas entre las Montañas Nubladas y el Anduin y los lindes occidentales del Bosque Negro, hasta llegar a Khazad-dûm.


Llegaron hasta las puertas orientales en el valle de Azanulbizar, hallando un ejército de orcos tres veces mayor en número que ellos. Lucharon durante tres días, hasta que la llegada de las tropas de las Colinas de Hierro, comandadas por Náin III, decidió la suerte de la batalla en favor de los enanos.

 Al grito de "Azog, Azog" llegaron hasta los umbrales de Moria, donde Azog salió y lucho con Náin, matándolo de un hachazo en el cuello. Y Dáin, su hijo, subió las escaleras que les separaban, luchó con él y le decapitó. Después, clavó su cabeza en una pica a la entrada del valle y le puso la bolsa de monedas en la boca, acabando así la venganza de los enanos.

Después de esto los enanos se dispersaron, sin adentrarse en Moria para ocuparla. Dáin se adentró en las minas y vio algo que le provocó un miedo espantoso. Y supo que Moria no podría ser reconquistada, al menos por ellos.