jueves, 17 de octubre de 2013

M 246 - Capitán orco de Angband

En el año 490 de la Primera Edad, llegó a Nargothrond Túrin, el hijo de Hurin. Ocultando su verdadera identidad, se presentó con el sobrenombre Agarwaen,  “Manchado de Sangre”. Con el tiempo se ganó la estima de los habitantes y del rey de Nargothrond, a causa de sus hazañas y su destreza con su espada Gurthang, llevando entonces el sobrenombre de Mormegil o “Espada Negra”.


Tiempo después, al desvelarse la identidad real de Túrin, el rey Orodreth le rindió grandes honores a Mormegil lo nombró Capitán de Nargothrond. A partir de entonces, se siguieron los planes militares de Túrin, y a causa de estas estrategias la desgracia no tardó en llegar al reino. Túrin, envalentonado por sus victorias con las tácticas de guerrilla, no escuchó los sabios consejos que Círdan les enviaba, aconsejándole no enfrentarse a Morgoth en batalla abierta y que destruyera el puente sobre el río Narog que había construido.


Morgoth descubrió al fin la ubicación del reino, debido a las continuas salidas y guerras promovidas por Túrin y mandó contra el un enorme ejército dirigido por Glaurung, el Gusano de Angband. Orodreth y Túrin se enfrentaron al ejército de Morgoth pero éste era muy superior al de Nargothrond. Debido al fuego del Dragón, al cual sólo Túrin podía resistir gracias al Yelmo de Hador, sus flancos fueron destruidos y tuvieron que batirse en retirada hasta el valle de Tumhalad.


Allí, acorralados entre los ríos Ginglith y Narog, los elfos fueron masacrados: Orodreth cayó muerto en primera línea del combate y tan solo Túrin y unos pocos supervivientes pudieron escapar. Esta derrota dejó desprotegido a Nargothrond y fue ocupado por las fuerzas de Morgoth con Glaurung a la cabeza, siendo éste el final del más extenso reino élfico de Beleriand.

M 247 - Guerrero elfo de Nargothrond

La fortaleza subterránea de Nargothrond fue fundada por Finrod Felagun, el oeste de Beleriand. La traducción del sindarín es “la gran fortaleza subterránea sobre el río Narog”. La fortaleza contaba con tres puertas principales, las Puertas de Felagund, frente a las cuales se extendía el insalvable acantilado del río Narog, que obligaba a dar un rodeo de varias millas para vadear el río. 


Las cavernas del río Narog ya habían sido habitadas por los Enanos Mezquinos antes de que los Noldor regresaran a la Tierra Media y las llamaban Nulukkizdîn. A mediados del primer siglo de la Primera Edad del Sol, Finrod se enteró de la existencia de las cavernas e, inspirado por la magnificencia de las Mil Cavernas de Menegroth, decidió construir en ellas su propio reino. Este reino debía permanecer oculto a los ojos de Morgoth y resistir a sus fuerzas el mayor tiempo posible.


Las estancias ya excavadas por los Enanos Mezquinos fueron ampliadas por los Noldor de Finrod, ayudados por los Enanos de las colinas Ered Luin. Estos le dieron a Finrod su sobrenombre de Felagun, “tallador de cavernas” en el idioma Khuzdul. El reino de Nargothrond llegó a ser el más extenso de todos los reinos élficos de Belerian y creció y prosperó bajo el mando de Finrod. Mantuvo relaciones comerciales con los Enanos de las Montañas Azules y prestó apoyo a los Elfos de las Falas y los Edain de Brethil.


Aunque era un reino escondido como Doriath o Gondolin, siempre combatió al Mal del Norte. Tras la Dagor Bragollach, Finrod quedó en deuda con los Edain del rey Barahir, guardando su anillo en prenda. Tiempo después y en honor a esa deuda, Finrod parte en ayuda de Beren, hijo de Barahir, para recuperar uno de los Silmarils de la corona de Morgoth. En el transcurso de esta misión, Finrod halló la muerte en Tol-in-Gaurhoth y su hermano Orodreth se hizo cargo del reino. A partir de entonces, Nargothrond se negó a enfrentarse al enemigo de forma abierta, realizando únicamente una guerra de guerrillas.


La llegada de Túrin Turambar, bajo la identidad de Momergil, que acaudilló las fuerzas de los Noldor, marcó el fin del reino: en su orgullo, Túrin impulsó la creación de un gran puente frente a las puertas de la fortaleza sobre el río Narog y a una guerra abierta contra Morgoth. Tras la batalla de Tunhalad, la fortaleza cayó en manos de los orcos y Orodreth y la mayoría de los guerreros Noldor fueron muertos, así como sus aliados Edain del bosque de Brethil. El comandante de las fuerzas de Morgoth, el dragón Glaurung el Dorado, se instaló en una profunda cámara sobre los tesoros élficos.


Tiempo después, Glaurung fue finalmente derrotado y muerto por el mismo Túrin, y las estancias abandonadas de Nargothrond fueron ocupados por los últimos enanos mezquinos, Mîm, Ibun y Khïm. A la muerte de estos, las estancias permanecieron desiertas y las tierras del reino invadidas por los orcos de Morgoth, hasta que al fin, tras la Guerra de la Cólera, se hundieron en el mar, junto al resto de Beleriand.

martes, 15 de octubre de 2013

M 350 - Gandalf y niños hobbits

Gandalf, gracias a sus viajes por toda la Tierra Media, conoció bien a todos los pueblos que la poblaban, pero siempre prestó especial atención al pueblo hobbit de la Comarca, felizmente ignorado por “la gente grande”. Entre ellos, trabó gran amistad con los hobbits Bilbo y Frodo Bolsón, que le acompañaron en sus viajes y aventuras.


Para la mayoría de los habitantes de la comarca, Gandalf no era más que un anciano mago errante, con puntiagudo sombrero azul y un viejo carro. Sin embargo, los niños hobbits lo adoraban, gracias a sus famosos fuegos de artificio, luces y humos. Estos fuegos casi pertenecían a un pasado legendario, ya que solo los más viejos de los viejos recordaban haberlos visto alguna vez.


Sin embargo, en el centesimodecimoprimer cumpleaños de Bilbo, Gandalf colaboró en la fiesta de forma nunca vista: él mismo disparó los cohetes más extraños. Hubo también una generosa distribución de buscapiés, petardos, bengalas, cohetes, antorchas, estrellitas, velas de enano, fuentes élficas, duendes ladradores y truenos; todos ellos soberbios, ya que el arte de Gandalf progresaba con los años.


Y también hubo una última sorpresa dedicada a Bilbo, que dejó atónitos a los hobbits, como lo deseaba el mago: Las luces se apagaron, una gran humareda subió en el aire tomando la forma de una montaña lejana y vomitando llamas escarlatas y verdes. Y de esas llamas salió volando un dragón rojo y dorado, de terrible aspecto: le brotaba fuego de la boca y le relampagueaban los ojos. Se oyó de pronto un rugido y el dragón pasó tres veces como una exhalación sobre las cabezas de la multitud. El dragón se alejó como un tren expreso, dio un triple salto mortal y estalló sobre Delagua con un estruendo ensordecedor.


La relación que Gandalf tenia con los hobbits podía resumirse con una frase que le dijo a Frodo al aceptar éste la misión de llevar el Anillo Único a Rivendel: “los hobbits son criaturas realmente sorprendentes, como ya he dicho. Puedes aprender todo lo que se refiere a sus costumbres y modos en un mes y después de cien años aún te sorprenderán”.

lunes, 14 de octubre de 2013

M 219 - Mîm e Ibun

Mîm era el último rey enano de la raza de los Mezquinos (Noegyth Nibin en sindarín), cuyo reino se encontraba en unas cavernas secretas existentes bajo la colina de Amon Rûdh, en el bosque de Brethil al oeste de Belerian. Él y sus dos hijos, Ibun y Khîm, era todo lo que quedaba de su raza y vivieron durante la Primera Edad del Sol.


En el año 486, Mîm fue capturado por el grupo de renegados que comandaba Túrin Turambar y fue obligado a revelar la ubicación de su reino. Sin embargo, al llegar allí, los renegados mataron de un flechazo a uno de los hijos de Mîm, Khîm. Cuando Túrin vio a Mîm llorando al lado del cadáver de su hijo, se arrepintió de lo que sus actos habían desencadenado y ofreció sus servicios al enano, así como una recompensa en oro cuando éste fuera rico. A partir de entonces, Mîm toleró a los renegados y el lugar pasó a llamarse Bar-en-Danwedh, la "Casa de Rescate". 


Amon Rûd llegó a ser la base de operaciones de los renegados y un lugar de resistencia frente a las fuerzas de Morgoth. Con la llegada de Beleg, llegó a ser el corazón del área conocida como Dor-Cúarthol, la tierra del arco y el yelmo.


Sin embargo, un año más tarde, Mîm fue esta vez capturado por orcos y, para salvar su vida, traicionó a Túrin y su banda. Estos fueron emboscados y masacrados, cubriéndose de sangre las colinas de Amon Rüdh. Desde entonces, la desgracia persiguió a Mîm: su hijo Ibun murió tras breve tiempo y Húrin, el padre de Túrin, lo persiguió hasta Nargothrond, donde vengó la traición a su hijo y lo mató de un golpe.

M 254 - Mewlip

Los Mewlips o maulladores, son una raza extraña y reservada, sólo conocida por un antiguo poema de los hobbits de la Comarca. El poema describe la larga y solitaria senda que hay que seguir para llegar hasta el lugar dónde habitan los Mewlips, más allá de las «montañas Merlock», cruzando el «marjal de Tode» y el bosque de los árboles colgantes y la hierba de horca. Sin embargo, ninguno de esos lugares aparece en los mapas de la Tierra Media.


La identidad de los Mewlips es un misterio, aunque se dice de ellos que son criaturas peligrosas, que acechan en la oscuridad  y cazan a los incautos viajeros con los que se cruzan en sus dominios. Una vez acabado el banquete, recogen y guardan los huesos de sus desafortunadas víctimas en un viejo saco.


No se sabe exactamente que tipo de criaturas son: se dice que poseen una forma vagamente humana, aunque más parecida a un troll o un orco. Sin embargo, nadie recuerda haberlos visto desde hace largo tiempo.


Puede ser que representen alguna leyenda popular hobbit muy distante en el tiempo, o incluso que no existan realmente.


lunes, 7 de octubre de 2013

Bajo la enseña del Poney Pisador

El Póney Pisador es una posada ubicada en la pequeña aldea de Bree, constituyendo el principal refugio de los viajeros que tomaban los caminos que cruzaban criador de norte a sur y de este a oeste.


Su dueño, tal y como rezaba el cartel anunciador de la posada, era el popular Cebadilla Mantecona: un hombre bajo, calvo, gordo y de cara roja, muy hablador y desmemoriado, siempre ocupado atendiendo en la posada. En esas tareas le ayudaban los hobbits Nob y Bob.


Era una casa de tres pisos y dos alas separadas por un patio, con numerosas ventanas, que se alzaba sobre la colina de Bree mirando al camino principal del pueblo.


Una gran arcada señalaba la fachada de la posada, y justo debajo de su parte más alta se encontraba un cartel, iluminado por la luz de un farol, que mostraba un encabritado póney blanco.


En su interior había un enorme salón común, con innumerables faroles colgados de las vigas del techo y un gran hogar a leña sobre la pared oeste de la sala, con abundantes mesas y sillas.


Allí llegaron Frodo y sus compañeros hobbits en busca de Gandalf, tras su terrible experiencia en las Quebradas de los Túmulos. Mantecona los alojó en las habitaciones especialmente acondicionadas para la gente pequeña, de las disponía en el ala norte de la posada.


En el salón común, Frodo, temiendo que la borrachera de Merry o Pippin delatara su condición de Portador del Anillo, se subió sobre una mesa para cantar una canción y distraer la atención.


Ya fuera por mala suerte o por culpa de una jugarreta del Anillo Único, se cayó al suelo desde lo alto de la mesa a la vez que el Anillo se le deslizaba en el  dedo, haciéndolo desaparecer frente a asombro de los presentes.


Debido a esta infortunada acción, Aragorn reconoció a Frodo, pero también guió a los Nazgul hacía la posada. Numerosos espías de Saruman, como Bil Helechal o los sospechosos sureños, dieron cuenta de este hecho.


Una carta dejada por Gandalf al posadero, donde se les indicaba a los hobbits quien era Trancos, terminó con su inicial desconfianza hacia él. Más tarde, la inteligente decisión de Aragorn de hacerlo dormir en otra habitación distinta a la asignada, salvaría a Frodo del ataque de los Jinetes Negros.


Al día siguiente, mientras se preparaban para partir, descubren que les habían robado los poneys con los que se trasladaban. Pero gracias a Mantecona se hacen con Bill, el póney de Bill Helechal, que los acompañará durante largo tiempo.


Tras la partida de Aragorn y los cuatro hobbits, Gandalf llegó a la posada y al enterarse como habían resultado los acontecimientos, bendice la cerveza de Mantecona con siete años de excepcional cosecha, tal fue su alegría. 


Tras la Guerra del Anillo, los hobbits vuelven al Póney Pisador camino de la Comarca y recuperan, no solo a los cuatro póneys robados por Helechal, sino también a Bill. Éste habia regresado a Bree por sus propios medios, para gran alegría de Sam.

M 252 - Los hombres Púkel

Los hombres Púkel eran creaciones de la raza conocida como Woses o drúedain. En la Tercera Edad, las únicas zonas donde aun era posible hallarlos eran en el bosque de Druadan y en el Sagrario, en Rohan.


El Sagrario era un refugio fortificado Rohirrim, escondido en las Montañas Blancas. Se encontraba encima de un barranco sobre el valle del río Nevado y para alcanzarlo había que subir por un sendero que serpenteaba de un lado a otro del barranco. Este camino estaba cubierto con las estatuas de los hombres Púkel, esculpidas por los antiguos habitantes de las montañas.


“En cada curva del camino había grandes piedras erguidas talladas a imagen de hombres, enormes y de torpes miembros, en cuclillas, con las piernas cruzadas y los gruesos brazos sobre el vientre. Algunas con el desgaste de los años habían perdido todos los rasgos salvo los oscuros agujeros que tenían por ojos, que miraban todavía con triste fijeza a los viajeros”.


Estas grandes piedras y estatuas también marcaban la entrada a los Senderos de los Muertos, el tenebroso paso a traves de las Montañas Blancas que comunicaba Rohan con el sur de Gondor.

M 83 - Sméagol y Déagol

En el año 2463 de la Tercera Edad, el hobbit Sméagol se convirtió en el cuarto dueño del Anillo Único, después del señor oscuro Sauron, del rey dúnedain Isildur y de su primo Déagol.


Durante el 33 cumpleaños de Sméagol, él y Déagol se fueron de pesca en los campos Gladios, al norte de Lothlorien.


Fue ahí donde Déagol encontró un anillo de oro, mientras pescaban. Sméagol lo deseó al instante y se lo reclamó como regalo de cumpleaños. Esto extrañó a Deágol, quien se negó a dárselo.


Entonces, Sméagol mató a su primo Deágol, estrangulándolo a orillas del río para obtener el anillo para si mismo. Sin embargo, el anillo rápidamente corrompió al hobbit, que fue expulsado de la villa donde vivía.  


Huyó y se escondió en una caverna en las Montañas Nubladas. La influencia maligna del anillo deformó su cuerpo y su mente, a la vez que prolongó su vida más allá de los límites naturales.


Llamaba al Anillo Único «mi tesoro», «mi precioso» o «mi regalo de cumpleaños», como justificación por el asesinato de Deágol.

M 271 - Elendil, el alto

Elendil, cuyo nombre significa «El que ama las estrellas», fue un dúnedain heredero del señorío de Andúnië, en Númenor. Su padre Amandil lo instó a escapar de la isla, tras el desafío a los Valar por parte del rey Ar-Phârazon, que se hallaba influido por Sauron.


Huyeron en nueve barcos: cuatro para él y cinco para sus dos hijos Anarion e Isildur, portando las siete Piedras Videntes o Palantiri y un retoño del Arbol Blanco salvado por Isildur. Tras eludir grandes tormentas lograron llegar a la costa oeste de la Tierra Media, donde fundaron los reinos de Arnor y Gondor.

Elendil trabó una gran amistad con el rey de los Elfos Noldor de la Tierra Media, Gil-Galad y distribuyó las Palantiri a lo largo de su reino. Pero Sauron también había escapado de la destrucción de Númenor y había vuelto a la Tierra Media, siendo una gran amenaza para los dúnedain. Una última alianza entre Hombre y Elfos, liderados por Elendil y Gil-Galad, partieron a la guerra contra Mordor.


Al final de la guerra, Elendil murió a manos de Sauron y su espada Nársil se le quebró bajo el cuerpo. Sin embargo, usando los restos de la espada, Isildur le cortó la mano a Sauron y lo derrotó, al privarle del poder del Anillo Único.


Elendil fue enterrado en un túmulo en lo alto del monte Halifirien, donde una Piedra Negra sobre el túmulo tenía grabadas en letras Tengwar sus iniciales. El lugar en donde se ubicaba la Tumba permaneció en secreto durante casi toda la Tercera Edad, aunque frente a la ella, Eorl el Joven pronunció el juramento que daría origen a la amistad entre Gondor y Rohan.

M 272 - Isildur, portador del Anillo


Isildur fue el último alto rey de los Numenoreanos. Nació en el año 3209 de la Segunda Edad, hijo de Elendil el Alto y hermano mayor de Anárion. Cuando Ar-Phârazon, rey de Númenor, atacó el reino de Valinor por consejo de Sauron, muchos hombres huyeron hacia el este, antes de la destrucción de la isla. Entre ellos iban Elendil y sus hijos Isildur y Anárion, fundadores de los reinos de Arnor y Gondor en la Tierra Media.


Al final de la Segunda Edad, el reino de Gondor fue a la guerra contra Mordor, formando la última alianza entre hombres y elfos. Al llegar a la puerta negra de Barad-dûr, el propio Sauron salió a la batalla, matando a Elendil y al rey elfo Gil-Galad. 


En ese momento, Isildur tomó la espada quebrada de su padre, Narsil, y atacó a Sauron,  consiguiendo cortarle el dedo portador del Anillo Único. Así Sauron perdió su poder y desapareció. Isildur tomó el Anillo y lo conservó como prenda por la muerte de su padre y su hermano durante la guerra, desoyendo las advertencias de Elron y Cirdan para que lo destruyera en los fuegos del Monte del Destino.


Tras la guerra, Isildur confió el reinado de Gondor a su sobrino Meneldil y partió hacia el norte para hacerse cargo del reino de Arnor, pero fue atacado por numerosos orcos en los Campos Gladios. Al verse rodeado de enemigos, trató de huir usando la invisibilidad que le confería el Anillo Único, pero este vengó a su Hacedor y traicionó a Isildur, deslizándose de su dedo. 


De esta forma, los orcos lo vieron y lo mataron a flechazos. Sus tres hijos mayores también murieron en esa masacre y solamente Ohtar el escudero, junto a otros dos hombres, lograron sobrevivir. Ellos fueron los que llevaron los fragmentos de Narsil a Rivendel.